dimecres, 15 de febrer del 2017

fabia estape

La pasada semana se han dedicado numerosos artículos, comentarios y puntualizaciones en torno a las pretendidas diferencias que cabe apreciar entre las palabras del ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, y las que contiene el discurso de media hora que el gobernador del Banco de España, Mariano Rubio, pronunció en la sesión inaugural de la reunión anual del Euroforum. Predominan los juicios que advierten una abierta contradicción entre el ministro y el gobernador. […] A mí me interesa mucho más la consideración de las manifestaciones del ministro. Solchaga habla con el pensamiento puesto en las cuatro condiciones que después de la conferencia de Maastricht se han puesto a cada uno de los doce países miembros de la Comunidad Europea para poder pasar a la segunda fase de la unión monetaria. Todos, o casi todos, hemos manifestado que las condiciones son plenamente asumibles por la economía española, tan sólo con el requisito de que el Gobierno cumpla con su obligación. […] Quedaba una duda, que Solchaga ha despejado. En el verano pasado, el mismo ministro, traduciendo sin duda la voluntad del presidente del Gobierno, Felipe González, ofreció a los agentes sociales un compromiso -anterior a Maastricht, no se olvide- para construir una política de rentas que permitiría conseguir los objetivos que, sin duda, nos impondría la CE. […] La duda que quedaba era saber si las medidas que ha de adoptar el Gobierno volverían a someterse al consenso. De este término, que es un ideal, hemos hecho un mito, sobre todo al contar los pormenores de la transición política. Pero ya está bien. Y esto es lo que ha venido a decir el hombre de Tafalla, el de la tenacidad navarra, en palabras de Felipe González, que ha dicho claro y pronto que el Gobierno adoptará todas las medidas que deba adoptar y que ninguna quedará en el tintero como consecuencia de nuevas búsquedas de unos consensos, que unos sindicatos, que se comportan como un partido político, no están dispuestos a otorgar. Tal vez sea llegado el momento de que la cifra del paro “natural”, según el gobernador del Banco de España -inspirado en Milton Friedman- es del 14 por ciento. Ahí hay un campo grave y extenso para la acción sindical, porqué actúa sólo a favor de los que tienen trabajo, mutila la política sindical y nos recuerda que no tenemos los sindicatos que reclama la hora actual. [

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